De conquistador a líder, una experiencia de nostalgia

Escrito por Sebastián Cayhuara

Muchos dicen que el tiempo es algo abstracto, pero la realidad es que cuando te pones a recordar esos momentos tan valiosos que pasaron te das cuenta que el tiempo no se puede ver tal y como es, pero si se siente y podemos ver que este pasa en nuestro entorno, mi nombre es Sebastián Cayhuara y te contaré una de las experiencias más valiosas de mi vida.

Todo empieza cuando yo tenía 10 años de edad y asistía a la iglesia de Miraflores y también asistía al club de aventureros desde los 8, pero llego el momento en el cual pase de ser un pequeño aventurero a ser un conquistador y recuerdo ese día con una emoción muy grande, tal vez una de las emociones más grandes de mi niñez porque era mi sueño de ese entonces pero mi sueño más grande era volverme un líder para el club, sueño que se hizo realidad. Y así pasó el tiempo y aún recuerdo la vez que como club AD-Venir nos tocó ir a Santa Cruz para el campamento Nacional de conquistadores y lo recuerdo muy bien porque fue un evento para el cual nos preparamos muchísimos en todo tipo de eventos, y yo en ese entonces de 11 años decidí participar en el evento de canción inédita representando no solo al club sino a nuestra región, no ganamos ese evento, pero si habíamos aprendido de esa experiencia a que una derrota no era el fin del mundo, y al final el campamento, como club, salimos victoriosos en muchos eventos y eso nos llevó a ganar categoría A en el campamento.

Otra ocasión en la que participamos cantando fue aquella vez que interpretamos el himno de los conquistadores en el campamento regional, el cual tampoco ganamos, pero nos había bastante bien y eso es lo que cuenta. Pasaron 2 años después de ese evento y llego el momento de participar en el campamento Sudamericano en Brasil, el cual personalmente, fue una de las mejores experiencias que recuerdo con mucho cariño que tuve en mi vida. Termino pasando el tiempo, había superado todas las clases del club y junto con ello los retos que estos traían, y termine tomando un cariño inmenso no solo al club el cual pertenezco sino al club en general porque marco una parte importante en mi vida.

Actualmente tengo 16 años y sigo participando en el club de conquistadores y deje de ser conquistador para pasar a ser líder del mismo, aceptando el reto de instruir y apoyar y dejar de ser instruido y apoyado. En general el club de conquistadores lejos de los campamentos y la diversión me dejaron una huella en mí, huella que no olvidare jamás porque crecí en el tanto espiritualmente y físicamente y así mismo sigo creciendo en ello, pero lo que más me marco absolutamente fue que aprecie como el tiempo pasa y aunque recuerde esas experiencias y muchas otras más, yo sé que ni el tiempo mismo las quitara.